Los preparativos duraron un buen rato, sobre todo porque Mara andaba merodeando los anzuelos. Igual, no pesqué absolutamente nada. Me la pasé devolviendo camarones al agua. El viento del oeste estaba muy fuerte y el mar lucía planchado. Por eso no hubo pesca. Al menos tomé un poco de aire.
Para no olvidar
Los hombres son fantasiosos .
Siempre quieren lo que está prohibido:
la libertad,
por ejemplo.
(Carlos Cañas)
sábado, noviembre 05, 2005
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