Para no olvidar

Los hombres son fantasiosos . Siempre quieren lo que está prohibido: la libertad, por ejemplo. (Carlos Cañas)

viernes, octubre 13, 2006

Hola, acá estoy...

El señorito de las fotos se llama Franco Ricardo Montacuto Moreno. Nació el 4 de agosto de 2006 a las nueve en punto de la noche. Y aunque con atraso –el bebé ya tiene dos meses- queríamos mostrarlo, y compartir esta apuesta a la vida con nuestros afectos.
Muchos se preguntarán por qué no hubo fotos antes, o por qué no editamos ni una sola imagen de la panza de la mamá. Y la verdad es que fue un poco por cábala, otro por prudencia, y otro por los miedos habituales que solemos tener los papás y mamás que estamos grandecitos, y que hemos ido perdiendo la frescura desprejuiciada de los treintañeros.
Cuando veo al bebé no puedo creer que ya pasaron cuatro años. Y que Gaby y yo hemos permanecido juntos a pesar de los numerosos contratiempos, y después de haber atravesado todo tipo de pruebas. La última de ellas ha sido sin dudas el desarraigo, hacer las valijas y crear vida en la Patagonia. Para ella, porque dejó a su familia, a sus amigos, a sus lugares más queridos, a sus afectos más íntimos, para acompañarme a Puerto Madryn en una aventura incierta, donde no tiembla pero hay viento, donde no hay montaña pero hay mar, donde el sol es más escaso que en Mendoza aunque el día dure más horas, donde no hay acequias, y donde las veredas no lucen tan brillantes, aunque esto último forma parte más del mito y de la fama bien ganada, que de la realidad. Y para mí, porque a pesar de que nací y me crié en la Patagonia, viví en tantas ciudades que soy de todas y de ninguna a la vez. Por eso, conozco un poco de todo y nada de nada, y conozco a todos y no reconozco a nadie. Así es que se trató de un comienzo difícil para ambos.
Hace poco Gaby me decía que el día en que aterricemos por Mendoza, “habremos venido dos, y somos cuatro los que volvemos”, haciendo referencia al bebé, y a nuestra perra Mara, la que sufre en estos momentos la adaptación de “hay-un-enano-que-grita-y-no-soy-más-la-mimada”.
Bueno, así las cosas, y con tantos cambios, después de un par de meses de “silencio de blog” queríamos mostrar a Franco (tiene más de la madre que de mí, aunque ya reconozco en él algunos gestos ‘montacutianos’).
La vida aquí ha resultado difícil, hay que recorrer un largo camino de adaptación, y ahora –además- dormimos poco, yo trabajo más que nunca, y Gaby vive filtrada de cansancio. Y claro, ¡no tenemos 20 años! Pero puede decirse que a pesar de todo estamos bien. Y que seguimos intentando encontrarle la vuelta a la vida. No es fácil. Nunca lo es, para nadie. Pero de eso se trata. De probar, y seguir tratando. Y de no rendirse jamás. Tal vez por todo ello también nos amamos tanto, y –después de casi cuatro años- eso es lo que importa.
A todos, desde la Patagonia, un abrazo grande...

PD: Franco es de Boca, del Tomba, y del “aurinegro” (Deportivo Madryn, para quienes no siguen la Liga Nacional). Todavía no dice “papá” ni “mamá” pero sonríe y ya agarra cosas, incluidos los pelos de Mara, que se lleva a la boca. Y, por supuesto, ya nos tiene el tiempo tomado.
Powered By Blogger