Siempre que vamos a Punta Tombo mi mujer se hace amiga de algún pinguino. Este le salió al paso antes de irnos. Después juntó unas ramitas y las llevó a su nido. Están naciendo los pichones, que en un mes tendrán tamaño de adultos, aunque desgarbados y torpes.
Para no olvidar
Los hombres son fantasiosos .
Siempre quieren lo que está prohibido:
la libertad,
por ejemplo.
(Carlos Cañas)
jueves, noviembre 17, 2005
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